Una liquidación de existencias es cuando una empresa vende o dispone de artículos para deshacerse de ellos en lugar de obtener ganancias. Estos artículos pueden ser excedentes, sobras o mercancía devuelta. Por alguna razón, la compañía le da más valor al espacio que usan los artículos que a los artículos mismos. Una empresa a menudo utilizará tácticas de marketing y acuerdos a puerta cerrada para garantizar que la devaluación de las acciones no afecte su imagen corporativa. Las empresas también usarán estas acciones como apalancamiento a través de deducciones de impuestos y para ventas específicas.
Lo que hace que una liquidación de existencias sea diferente de una venta normal es la mentalidad de la empresa. En una venta normal, el objetivo es atraer clientes y obtener ganancias. Con la liquidación de existencias, la mercancía generalmente se vende al costo o por debajo, y rara vez se vincula con ninguna otra venta.
Incluso vendiendo por debajo del costo, una liquidación de existencias suele ser una bendición para la empresa. Cuando una empresa posee una gran cantidad de acciones que no puede vender, ya ha invertido en esas acciones. Cuando simplemente se queda allí, la compañía ha perdido la inversión inicial y el espacio necesario para nuevos artículos. Al vender los artículos en liquidación, la compañía recuperará una parte de la inversión inicial y tendrá espacio para mercancías adicionales.
Algunas compañías intentan liquidar existencias lejos de las tiendas principales. Por ejemplo, algunos grandes almacenes de alto perfil sienten que llevar artículos de despacho en la tienda parece de mal gusto e implica una falta de calidad. En estos casos, una empresa secundaria generalmente realiza la liquidación de existencias. Esta compañía comprará la totalidad del stock del propietario original y lo revenderá en una tienda diferente. Esto preservará la imagen corporativa y liquidará rápidamente los elementos problemáticos.
Otra táctica común utilizada durante una liquidación de existencias es la donación. Al donar los bienes, un porcentaje del costo original se puede aplicar como una deducción de impuestos a la empresa. Esto tiene el beneficio adicional de mover los productos lejos de la tienda, posiblemente incluso a otro país. Esto evita que el área local se sature con los artículos en liquidación y evita que se vendan los artículos a precio completo.
El otro uso común de una liquidación de existencias es como una campaña de venta dirigida. Por ejemplo, un artículo que actualmente se vende bien a través de la televisión y las ventas por Internet puede caer rápidamente. Esto dejará al titular original con una gran cantidad de artículos que nadie está comprando. Cuando aparezca el próximo artículo grande, la compañía entregará el artículo excedente junto con él como un «regalo gratis». Esta táctica es muy común en las ventas infomerciales.